“INMUNIDAD COLECTIVA” LA ARRIESGADA ESTRATEGIA DE SUECIA CONTRA EL COVID-19
El concepto de inmunidad colectiva es simple. Pero, ¿lograrlo? No tanto. Suecia ha aplicado un método radicalmente distinto para enfrentar el coronavirus, una estrategia de “Inmunidad colectiva” mediante la exposición.
La estrategia de Suecia no prevé
cuarentenas obligatorias ni cierres de la mayoría de los negocios. Si bien las
autoridades alentaron a trabajar desde casa siempre y cuando fuera posible y
los estudios universitarios empezaron a ser impartidos a distancia, las
escuelas primarias y secundarias permanecen abiertas, al igual que bares,
restaurantes, gimnasios o peluquerías. El epidemiólogo sueco Anders Tegnell
expone que el COVID-19 solo se detendrá cuando "alcance el 60% de la
población y luego descenderá rápidamente".
Tegnell es una figura muy conocida en
Suecia, ya que ofrece actualizaciones diarias sobre el estado del brote, y su
estrategia de la "inmunidad de rebaño", la describe como una
estrategia “de baja escala... mucho más sustentable a largo plazo”. Esta estrategia plantea que la mayor parte de
las personas menores de 65 años que contraigan el coronavirus -si no tienen
enfermedades preexistentes importantes- lo vivan como una gripe normal o
fuerte, o de manera totalmente asintomática, y las que se enfermen al grado de
requerir hospitalización o cuidados de urgencia sean con seguridad menos que la
cantidad de camas para atenderlas.
A medida que la pandemia de coronavirus se extendió por todo el mundo, médicos, científicos y líderes gubernamentales han dicho de manera similar que cuando se alcance la inmunidad colectiva, la propagación del virus sería una amenaza menor. Ahora, la inmunidad colectiva se logra cuando la mayoría de una población determinada –entre el 70% y 90%– se vuelve inmune a una enfermedad infecciosa, ya sea porque se contagiaron y se recuperaron, o por medio de la vacunación. Cuando eso ocurre, es menos probable que la enfermedad se propague a personas que no son inmunes, porque simplemente no hay suficientes portadores infecciosos para afectarlos.
A medida que la pandemia de coronavirus se extendió por todo el mundo, médicos, científicos y líderes gubernamentales han dicho de manera similar que cuando se alcance la inmunidad colectiva, la propagación del virus sería una amenaza menor. Ahora, la inmunidad colectiva se logra cuando la mayoría de una población determinada –entre el 70% y 90%– se vuelve inmune a una enfermedad infecciosa, ya sea porque se contagiaron y se recuperaron, o por medio de la vacunación. Cuando eso ocurre, es menos probable que la enfermedad se propague a personas que no son inmunes, porque simplemente no hay suficientes portadores infecciosos para afectarlos.
Solo hay dos formas de llegar a ese
punto: una vacunación generalizada –para la que en el caso del covid-19 aún
faltan muchos meses – o infecciones generalizadas que conducen a la inmunidad. “La
ventaja de contener el número de casos es que no superaremos la capacidad de
los hospitales para atender a aquellos que están especialmente enfermos”,
explicó el Dr. Cody Meissner, jefe de enfermedades pediátricas infecciosas
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en conversación con
Michael Smerconish de CNN en marzo.
La Dra. Maria Van Kerkhove, epidemióloga
de enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
indicó que no se sabe si las personas que han estado expuestas al virus se
vuelven completamente inmunes y, de ser así, por cuánto tiempo. Es por eso que
los gobiernos deberían esperar una vacuna, agregó. La OMS “ha visto algunos
resultados preliminares, algunos estudios preliminares, resultados publicados
previamente, en los que algunas personas desarrollan una respuesta inmune”,
dijo Van Kerkhove. Ahora, aclaró: “No sabemos si eso realmente confiere
inmunidad, lo que significa que están totalmente protegidos”. La OMS ha
advertido que es “imperativo” que Suecia tome medidas más estrictas para
controlar la propagación del virus.
Una vacuna es la mejor respuesta,
insistió. “Quiero decir, recientemente tuvimos más de 130 desarrolladores,
científicos y compañías que se unieron para decir que estarían dispuestos a
trabajar con nosotros… a trabajar globalmente para avanzar en una vacuna. Y eso
es algo que impulsaremos y que el mundo entero está esperando”, sostuvo.
“El nivel de personas que han sido
infectadas, no espero que alcance el nivel de lo que llamamos protección de
inmunidad colectiva”, advirtió este martes el Dr. Anthony Fauci, director del
Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en entrevista con Jim
Scuitto de CNN. “Lo que significará es que protegería a los que han estado
expuestos, pero a nivel comunitario no habría habido suficientes infecciones
para realmente tener suficiente inmunidad de colectiva”, añadió Fauci.
Mientras la gran mayoría de Europa está
bajo restricciones de distanciamiento social, un país se ha negado a seguir la
tendencia: Suecia. Restaurantes, escuelas y parques infantiles en el país
escandinavo permanecen abiertos. La ministra de Asuntos Exteriores de Suecia,
Ann Linde, ha dicho que no sigue la teoría de la inmunidad colectiva, sino que
confía en que sus ciudadanos sean responsables, de manera voluntaria, para
prevenir la propagación del coronavirus.
Comparada con otras naciones europeas
que no han tomado medidas estrictas, la “curva” de Suecia –la tasa de contagios
y muertes causadas por el coronavirus– es más pronunciada. Hasta este
miércoles, Suecia reportaba al menos 1.937 muertes relacionadas con el
COVID-19, en comparación con las 185 muertes de Noruega y las 149 de Finlandia,
según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Una ciudad en California ya ha comenzado
a hacer pruebas de anticuerpos en sus residentes. El gobernador de Nueva York,
Andrew Cuomo, sostuvo que su estado, el más afectado en Estados Unidos,
empezaría a realizar pruebas de anticuerpos a gran escala la próxima semana. “Esta
será la primera imagen real de lo que estamos tratando”, aseguró Cuomo.
Pero los científicos y los médicos son
escépticos sobre la fiabilidad de las decenas de pruebas que han llegado al
mercado porque muchas no han sido revisadas por la Administración de Medicinas
y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés). La FDA también advirtió que los
tests podrían conducir a falsos negativos, porque los anticuerpos pueden no ser
detectables en la etapa temprana de la infección.
La ventaja de la estrategia de Suecia
-si funciona- es que la economía no se ve tan afectada por los confinamientos.
No es como la estrategia de contención que están implementando ahora todas las
ciudades de Estados Unidos -al igual que las de todo el mundo- donde, cuando
termine la cuarentena, la población en su mayoría no habrá desarrollado
inmunidad y entonces casi toda la gente seguirá siendo vulnerable al virus y a
un segundo brote en el otoño.
Los seres humanos pelean y ganan
guerras. Así que pudimos movilizarnos más que los nazis y los japoneses para
ganar la Segunda Guerra Mundial. Pudimos gastar e innovar más que la Unión
Soviética para ganar la Guerra Fría. Pero cuando nos enfrentamos a un desafío
de la Madre Naturaleza (como un virus o el cambio climático), el objetivo no es
vencerla. Nadie puede hacerlo. Ella solo se compone de química, biología y
física. La meta es adaptarse.
La Madre Naturaleza no premia al más
fuerte ni al más inteligente. Premia a las especies que se adaptan mejor al
transformar la química, la biología y la física con las que las ha dotado para
desarrollarse, sin importar lo que ella les ponga.
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