GJ 1061: PLANETA CON LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA SER HABITADO
Este exo-planeta tiene muchas similitudes con el nuestro, pues se encuentra a la distancia perfecta de su estrella, conocida como la zona de ‘ricitos de oro’ o zona habitable en la que puede existir agua en estado líquido y una temperatura adecuada para el desarrollo de la vida.
Los astrónomos han descubierto un
sistema estelar, distante a 12 años luz, en donde se verificó la existencia de
tres planetas semejantes en tamaño a la Tierra, de los cuales uno se encuentra
en lo que se denomina "zona habitable", es decir, orbitando su
estrella a suficiente distancia como para que el calor permita la existencia de
agua líquida.
Denominado GJ 1061d, el planeta posee
una masa de aproximadamente 1,7 veces la masa terrestre y su corteza es
probablemente rocosa. Así, al encontrarse dentro de la zona habitable, con
rocas y una atmósfera adecuada, el mundo descubierto podría albergar agua en la
superficie. Además, su clima sería potencialmente templado.
Hasta el momento, la ciencia conoce unos
33 planetas potencialmente habitables, distribuidos a través de 15 sistemas
solares que se ubican a menos de 16 años luz de la Tierra. GJ 1061d fue
descubierto por un equipo internacional de astronomía, que utilizó el
espectrógrafo HARPS aplicado al telescopio del Observatorio Europeo Austral enLa Silla, Chile.
Es el planeta más externo de los tres
descubiertos en este sistema y aun así se encuentra en una órbita
extremadamente apretada: un “año” en este mundo dura 12 a 13 días, pues es el
tiempo que le toma dar una vuelta entera alrededor de su estrella, debido a la
corta distancia entre ambos cuerpos espaciales.
Para evaluar su habitabilidad, hay que
conocer la historia de la enana roja, es menos activa y mucho más fría que
nuestro Sol, por lo que la corta distancia entre ambos no afecta al mundo,
siendo menos propenso a ser esterilizado por erupciones estelares; esta tuvo
niveles de actividad muy fuerte y una vida mucho más larga que las estrellas
similares al Sol, significa que un planeta en órbita cercana, como el Planeta D,
puede haber pasado muchos millones de años dañado por la intensa radiación de
su estrella, por lo que puede que no retenga una atmósfera necesaria para
sostener vida.
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