COVID-19: ¿SALIÓ DE UN LABORATORIO?

Situado entre las colinas que rodean la ciudad china de Wuhan, un laboratorio de biotecnología se ha convertido en el centro de una controversia mundial.

Actualmente se cree que esta pandemia apareció en un mercado al aire libre de la ciudad china de Wuhan, donde se vendían vivos ciertos animales salvajes. El nuevo coronavirus sería de origen animal, parecido a un patógeno presente en los murciélagos, y habría pasado al hombre y mutado.

Pero según declaraciones del secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo –sin ofrecer pruebas– afirma que el virus se originó en un laboratorio de Wuhan, y acusó al Partido Comunista de China de haber ocultado información sobre la enfermedad cuando se iniciaron los contagios. Pompeo afirma que se está llevando a cabo una “investigación completa” sobre cómo el virus “salió al mundo”.

En una visita reciente, la AFP no vio actividad dentro del laboratorio, se encontraron con un cartel fuera del complejo indica “Fuerte Prevención y Control, No Tema, Escuche los Anuncios Oficiales, Crea en la Ciencia, No Difunda Rumores”.

El periódico The Washington Post y la cadena Fox News citaron fuentes anónimas que aseguran que el virus podría haber salido accidentalmente del complejo. Según documentos diplomáticos que pudo consultar The Washington Post, las autoridades estaban preocupadas por la seguridad inadecuada de los investigadores a la hora de manejar virus parecidos al SARS. De acuerdo con Fox News, el “paciente cero” de la pandemia podría haber sido infectado por una variedad de virus de un murciélago que estaban estudiando en el laboratorio y que luego pasó a la población de Wuhan. Cuando le preguntaron por esta hipótesis, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que “cada vez más estamos oyendo esta historia” y que Estados Unidos estaban llevando a cabo una “investigación en profundidad”.

El instituto no quiso comentar estas teorías, pero en febrero publicó un comunicado al respecto, rechazando los rumores. Shi Zhengli, viróloga del instituto, fue acusada en redes sociales chinas de ser “la madre del demonio”. “Juro por mi vida que el virus no tiene nada que ver con el laboratorio”, escribió el 2 de febrero en la aplicación china WeChat.



El Instituto de Virología de Wuhan explicó haber recibido el 30 de diciembre el nuevo coronavirus, entonces desconocido. Luego, el 2 de enero, determinó la secuencia del genoma viral y sometió la información sobre el patógeno a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de enero. Por su parte, el portavoz del ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian, rechazó las alegaciones de que el laboratorio era responsable. “Una persona entendida comprenderá en seguida que la intención es crear confusión, desviar la atención del público y esquivar su responsabilidad”, dijo Zhao, que promovió a su vez rumores asegurando que el ejército estadounidense podría haber llevado el virus a China.

El zoólogo estadounidense Peter Daszak que trabajó con la viróloga china Shi Zhengli, afirmó que es un error pensar que el virus salió del laboratorio. “Estos saltos [de los virus de animales a humanos] ocurren todos los días”, dijo en su cuenta de Twitter. De la misma manera, el genetista Rasmus Nielsen, de la Universidad de California, también afirmó que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 no es una cepa del virus del murciélago RaTG13, investigado en el Instituto de Virología de Wuhan. “El SARS-CoV-2 no es una cepa del RaTG13 escapada del laboratorio”, dijo en su cuenta de Twitter. El virólogo australiano Edward Holmes dijo también que “no hay ninguna prueba de que el SARS-CoV-2 se originase en un laboratorio de Wuhan”, afirmó en un comunicado.

Un estudio de un grupo de científicos chinos, publicado en enero en la revista The Lancet, revela que el primer paciente de COVID-19 no tenía ninguna conexión con el mercado de animales de Wuhan, así como tampoco la tenían 13 de los primeros 41 pacientes. Shi Zhengli, uno de los principales expertos chinos en coronavirus de murciélago y vicedirector del laboratorio P4, formó parte del equipo que publicó el primer estudio sugiriendo que el SARS-CoV-2 (el nombre oficial del virus) venía de los murciélagos.

En una entrevista con la revista Scientific American, Shi dijo que el genoma del SARS-CoV-2 no concuerda con ninguno de los coronavirus de murciélago que su laboratorio estudió hasta ahora.  Según Filippa Lentzos, una investigadora en bioseguridad del King’s College de Londres, aunque no hay pruebas sobre la teoría del accidente en el laboratorio, tampoco hay “pruebas reales” de que el virus viniera del mercado.

El origen de la pandemia ¿Es todavía una pregunta sin respuesta?.


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